jueves, 26 de febrero de 2009

Antartida


En 1907 Shackleton volvió a la Antártida al mando de su propia expedición, conocida como Expedición Nimrod. El objetivo principal de la expedición era la conquista del Polo Sur. Si bien este objetivo no fue cumplido (los expedicionarios llegaron a 180 kilómetros del polo), tuvo varios otros logros, como la realización de la primera ascensión al Monte Erebus, la localización del Polo Norte Magnético por Mawson, David y McKay o los descubrimientos del Glaciar Beardmore y de la Meseta Antártica.

En 1910 dos expediciones más se dirigieron a la Antártida con el mismo objetivo, alcanzar el Polo Sur. Una de ellas era una expedición noruega comandada por Roald Amundsen, que años atrás había sido el primer hombre en franquear el Paso del Noroeste. La otra era, una vez más británica, y estaba comandada de nuevo por el capitán Scott. En el verano de 1911 ambas expediciones se dirigieron al Polo. Roald Amundsen utilizó como fuerza motriz perros groenlandeses y las enseñanzas y consejos de Fritdjof Nansen (así como su barco, el célebre Fram). Scott, en cambio, utilizó ponis en una primera etapa y la propia fuerza humana en la segunda. Roald Amundsen alcanzó el Polo Sur el 14 de diciembre de 1911; Scott lo hizo el 17-18 de enero de 1912. Mientras los noruegos no tuvieron mayores complicaciones, la mala planificación, unida a la mala fortuna, hizo que los cinco expedicionarios británicos que habían alcanzado el polo murieran en la travesía de regreso.

En 1914 Ernest Shackleton volvió a la Ántártida a bordo del Endurance con la intención de atravesar a pie el continente helado. Sin embargo el Endurance quedó atrapado entre los hielos del Mar de Weddell. Tras un duro invierno, la embarcación no soportó la presión de los hielos y quedó destruida. Shackleton y sus hombres arrastraron dos botes por los hielos del Mar de Weddell hasta que llegaron a aguas abiertas, donde se hicieron a la mar. Tras dejar a casi todos los expedicionarios en la isla Elefante, Shackleton y otros cinco hombres partieron a bordo del bote James Caird, que previamente habían reformado, y surcaron hacia el noreste el Mar del Scotia rumbo a la isla Georgia del Sur, donde sabían que podrían encontrar ayuda. Este notorio viaje, que pasaría a los anales de la historia por su dificultad, fue seguido de 36 horas de marcha a pie a través de las desconocidas montañas de la isla. Los supervivientes fueron rescatados de la isla Elefante el 30 de agosto de 1916 sin que se produjera ninguna baja.

Pero al margen de la conquista del Polo, fue otro expedicionario quien más aportó al conocimiento de la Antártida. Richard Evelyn Bird, un aviador estadounidense, que había sido el primer hombre en alcanzar los Polos Norte y Sur en un avión, realizó multitud de vuelos entre 1928 y 1955, en los que exploró desde el aire vastas zonas desconocidas de la Antártida. En 1934km de la base más próxima, con la intención de recoger mediciones y datos científicos. invernó en solitario en una cabaña a 200

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